Nuestros servicios garantizan por encima de todo la calidad.
Nuestra especialidad es mantener la pintura original de su coche.
A través del uso de varillas con puntas redondas y pulidas que están especialmente diseñadas para no dañar la chapa y la pintura, masajeamos cuidadosamente los puntos de tensión (fuerzas) de las abolladuras desde el lado interior de la chapa hacia afuera para que la misma vuelva a tener su forma original.
Nuestros técnicos varilleros sacabollos, altamente cualificados para reparar pequeñas y medianas abolladuras – tales como las producidas en los coches a causa de una tormenta de granizo, portazos en laterales u otro tipo de golpes siempre que la pintura no se haya visto afectada – devolverán a su coche el aspecto original de fábrica. Además, dado que no hay necesidad de aplicar masilla ni pintura, se preserva intacto el tono y textura original evitando la aparición de diferentes tonalidades entre los paneles.